Tranquilos, esta entrada no va
sobre zombis, sino sobre trabajo. He querido hacer un guiño al título de tan
conocida serie por varios motivos.
Uno de ellos es porque en lugar
de salir a buscar cerebros, como los zombis de la serie, nos ha tocado salir a
buscar trabajo hasta tal punto que nos dejamos la vida en ello, agolpándonos
unos contra otros frente a las puertas de las empresas y comercios (o del
INEM…), y si tenemos la suerte de encontrar trabajo, en ocasiones… es un poco
denigrante y mal pagado, y al acabar la jornada acabamos como los de la serie…
Y otro de los motivos es porque
tendremos que volver de entre los muertos si queremos pagar las hipotecas, el
coche, la luz, el agua, el butano… (Incluso el ‘Whatsapp’, yo que estaba ahorrando
para comprarme un iphone 5 y tienen la poca vergüenza de pedirme 0,89 céntimos
al año)… o nos tocará trabajar hasta morir en el puesto de trabajo, tú eliges.
Esa dichosa palabrita que
llevamos oyendo y repitiendo desde 2008 aproximadamente (si, CRISIS es la
palabra) es en parte la causante de estos inconvenientes. Obviamente, el
problema del empleo no es sólo cuestión de esta señora que llegó en 2008 y aún
sigue dando por saco, y no me refiero a Angela Merkel, ella llegó en 2005.
De entre todos los componentes
que influyen en esta “aventura”, a la que podríamos titular ‘En Busca del Curro
Perdido’, haciendo otro guiño cinematográfico,
cuyo fin sería encontrar un trabajo digno, o en ocasiones, un trabajo a
secas, además de la crisis, habría que sumarle la “tiranía” de los que
contratan y la “sumisión” de los contratados.
Hoy en día las ofertas de empleo
que se ven, muchas de ellas en Internet, son un tanto surrealistas, por
denominarlas de algún modo. No es posible que en una oferta de trabajo se busque,
como hacen muchas, “una persona joven (20-25 años normalmente), licenciado, con
un máster en cualquier cosa (aquí lo importante es tener títulos, que según
ellos parece que los regalan), con buen nivel de idiomas (igualito que nuestros
presidentes españoles…), mínimo B1 de inglés, francés o alemán, o de los tres a
la vez, y si tienes alguno más, se valorará positivamente, pero además de todo
ese bagaje académico y la juventud, requisito indispensable de 2 o 3 años de
experiencia en un puesto similar”.
Sinceramente, Darwin estaría
orgulloso de estas ofertas de empleo, porque buscan únicamente a superdotados,
para mejorar la especie imagino. Es casi imposible, o muy difícil, que alguien
con 21 o 22 años sea licenciado, con un máster y además, 2 o 3 años de
experiencia, dejando a un lado el tema de idiomas. Con esos requisitos
difícilmente van a encontrar a alguien, y lo cierto es que me gustaría conocer
a alguno de los intelectuales y agraciados que han conseguido un puesto de
trabajo con semejantes requerimientos.
Una de dos, o esas ofertas acaban
contratando a personal que no cumple todos los requisitos, es decir, piden
mucho para recibir algo medio, en lugar de pedir algo medio para recibir algo
bajo, o son ofertas que se ven obligados a anunciar, pero no tienen intención
de llenar la plaza. Aunque este tipo de ofertas, por muchos requisitos que
pidan y sean difíciles de alcanzar para la mayoría, suelen ser mejores que las
dos que os adjunto aquí debajo, donde el respeto por el trabajador se ha perdido
por completo, y volvemos a la esclavitud y servidumbre.
Un panorama realmente lamentable,
y como todo, tiene su principio y su final; si está difícil conseguir trabajo,
ahora además también se ponen pequeñas trabas para dejarlo (ni que fuesen un contrato de telefono...), y con esto me
refiero a la ampliación de la edad de jubilación o los años de cotización para
conseguir una pensión integra y decente, situación que obliga a algunos a
aguantar dos años más para jubilarse, y a otros a esperar dos años para ocupar
un puesto que podría quedar vacante.
En cuanto a jubilarse a los 67,
como se ha estipulado ahora, es algo que en cierto modo me parece bien, dado
que la esperanza de vida se ha ampliado considerablemente, rondando los 80 años
aproximadamente. De hecho, hay personas mayores que se ven obligadas a
abandonar su trabajo por ley, pero desean seguir trabajando.
Considero que la jubilación
debería ser un tema opcional, con unos requisitos mínimos como X años de
cotización (actualmente está en 38,5 y creo que yo ya voy tarde y me va a
faltar tiempo...). Quizá haya profesiones de riesgo en las que la jubilación
deba ser obligatoria, por motivos de seguridad, pero otras, como el trabajo de
oficina, debería ampliar su margen.
A fin de cuentas, y con los
tiempos que corren en los que la continuidad laboral está complicada, para
algunos (entre los que me incluyo) sumar 38,5 años cotizados antes de los 67 se
está convirtiendo en una carrera contra el reloj. Habría que poner soluciones
en el ámbito laboral para que se puedan cumplir dichos requisitos, para que la
jubilación fuese “a elección del consumidor” y para evitar que se pierda una
generación de ciudadanos formados, pero para no extenderme más, esas ideas os
las comentaré en mi próxima entrada.